miércoles, 25 de septiembre de 2013

El trabajo del fútbol base en los clubes modestos

El articulo de opinión busca conocer el método con el que tienen que trabajar el fútbol base aquellos clubes que no son profesionales o no son principal referencia futbolística de su localidad.


Nos firma el articulo de hoy Jesús Barón (Terrassa, Barcelona, 09/09/1982) actual director deportivo del C.d'E. Manresa, con experiencia amplia en las máximas categorías territoriales de alevines, infantiles y cadetes con clubes como Mercantil, Sabadell, Terrassa,  Jabac i Terrassa o Gimnástic de Manresa. En su curriculum académico destaca que es titulado en Coaching Deportivo, en Dirección y gestión de entidades deportivas, es entrenador nacional y director deportivo por la RFEF. Por lo que podemos afirmar que es un experto en la materia a tratar.
 
Tras la breve presentación os dejamos con este interesante articulo de opinión:
"No corren buenos tiempos en cuanto a lo económico y social, pero si hay algo o alguien que ha sabido sacar provecho de esta situación, sin duda, es el fútbol base.

Las primeras plantillas de los clubs más humildes, lejos de sostener antiguos privilegios sostenidos por el capricho del algún constructor con delirios de grandeza, construyen todo su engranaje en torno al fútbol base y éste cada vez es más necesario que sea de calidad.

La primera gran piedra angular de un buen trabajo de cantera es la organización de su estructura. Para ello y dada la rigidez presupuestaria que manejan los clubs, es necesario buscar formulas creativas para vincular a mucha gente al proyecto con el menor coste posible. La idea de asignar varias funciones a gente cualificada puede ser una solución al problema.

Muchas veces el rendimiento de un jugador, y más aún en temprana edad, se ve truncado por problemas de índole social y/o familiar. Es por esto que la figura de un responsable del fútbol base es esencial para mejorar la calidad de la enseñanza y no dejar nada (o lo menos posible) al azar y poder detectar de forma prematura las barreras que pueden lastrar a un jugador en su correcto desarrollo.

Otro gran punto de importancia es sin duda la formativa. Aquí es necesario dotar a la estructura de líneas claras de trabajo teniendo en cuanta las etapas evolutivas del jugador.

Un jugador tiene que ir progresando en base al nivel de dificultad o la percepción de ésta que tiene en torno al juego. Es por ello que en las edades más tempranas es necesario un buen trabajo técnico para que el jugador pueda adaptar su psicomotricidad a los movimientos que este deporte requiere.

Pero no es menos importante que el jugador comience a desarrollar el juego desde el inicio. Atrás quedaron (o en ese camino estamos) las aburridas sesiones de entreno en las que el balón brillaba por su ausencia.
 
Conforme avanzamos en las etapas evolutivas del jugador, es de vital importancia que éste sepa adaptarse a la competición. Bajo mi punto de vista, lo que hace que un jugador deje de practicar este deporte o bien le de continuidad y dedicación no es ser más o menos bueno o tener más o menos destreza con el balón, sino saber adaptarse a la competición evitando fatigas incontrolables.
 
Jesús Barón en las oficinas del C.d'E. Manresa
 
Es por ello que a las etapas de alto rendimiento (se podrían catalogar desde cadete hacia adelante) es necesario que se les dote de un modelo de juego adecuado para que el jugador sepa desarrollar las soluciones a los problemas que el juego le plantea y a la vez entender y aplicar de forma clara los conceptos que como club queremos tener claros para cuando deba hacer un salto de categoría.
 
En definitiva, para poder aprovechar el potencial del fútbol base en un primer equipo no profesional, es importante una buena estructura organizativa, una correcta formación en las etapas evolutivas del jugador y una adaptación a la competición para poder desarrollar todo el potencial que ha adquirido."

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