martes, 24 de septiembre de 2013

Fede, el delantero que huyó del corralito

Estaba acabando el año 2002, Federico Ezequiel Ruiz De Maio, (Avellaneda, Argentina, 1987) era un prometedor delantero que ya había debutado con los juvenilles de Racing de Avellaneda. Estaba muy bien considerado en el club de sus amores y el futuro era suyo, pero la peor crisis económica, social y política en la historia reciente de su país se cruzó en la vida de este adolescente cuyo único sueño era marcar goles en "El Cilindro de Avellaneda", como se conoce popularmente al estadio donde juega sus partidos como local el Racing.
 

El corralito se cruzó en el camino de su familia, como a otras muchas miles. Muchos pudieron reponerse del golpe y volver a empezar en su propia ciudad, pero no fue el caso de la familia Ruiz-De Maio, que lo perdieron todo, cruzaron el charco y partieron de cero en Córdoba.

Él lo pasó bastante mal y le costó adaptarse: "Yo jugaba al fútbol y allí estaba en un grande. Si hubiera venido a España por una buena oferta de un club de aquí, lo hubiera tomado de diferente manera. Pero mi llegada a España nada tuvo que ver con el fútbol. Lo pasé mal y me costó adaptarme. Entré en los juveniles del Córdoba y llegué a estar en la plantilla del ascenso a Segunda de 2007 (con entre otros Pierini, Javi MorenoAsen) pero jugaba en el filial y no llegué a debutar en el primer equipo", recuerda.

Tenía solo 20 años y estaba muy verde para jugar en la LIGA Adelante. Así inició cinco cesiones en seis temporadas. La primera fue al Alcalá de Guadaira, donde jugó sólo en el tramo final de liga (5 partidos) y el equipo descendió tras cuatro temporadas en 2ª División "B". Su segunda experiencia, fue más positiva, fue cedido en el Linares (36 partidos y 10 goles) donde conoció la disolución del equipo al terminar la temporada. La tercera cesión fue al Guadalajara donde disputó un play-off de ascenso (23 partidos y 3 goles). En el play-off el equipo alcarreño fue eliminado por el Ontinyent, que sería el destino de la cuarta cesión. En la localidad levantina sólo estaría media temporada donde jugó sólo 7 partidos de titular, de un total de 15. Así en el mercado invernal recalaría como cedido en la que sería su casa los siguientes dos temporadas y media, el Lucena. Con el equipo cordobés disputó 84 partidos, con dos play-off de ascenso incluidos, y marcó 16 goles (Es el segundo máximo goleador del Lucena en 2ª División "B"). Este verano el Córdoba no lo repescó y el Cartagena apostó por él.
 
"Esta oportunidad que me ha dado el Cartagena es muy grande para mí. Cartagena, por ciudad, club y afición, se puede equiparar perfectamente a Córdoba. Y espero dar el salto definitivo aquí. Tengo hambre y quiero crecer. Cambiar de contienente y de vida con 15 años me ha marcado. No sé que habría pasado, pero lo que tengo muy claro es que voy a darlo todo para ascender a Segunda y jugar en el fútbol profesional con el Cartagena", confiesa el jugador.
 
Fede se va de dos rivales del Arroyo

Sus cuatro goles en los tres últimos partidos (tres en Liga y uno en Copa) le convierten en el jugador referencia del equipo. Fede es la sensación del Cartagena más barato de la última década y su juego empieza a llamar la atención de equipos de categorías superiores. "Estoy en racha y ojalá dure muchas semanas más. Pero cuando yo no marque, aparecerá otro compañero y lo hará. En la plantilla tenemos muchos jugadores con gol y se va a ver durante todo el año", dice.
 
Un ejemplo de superación y de como empezar de cero, después de convertirse en inmigrante por la necesidad de no tener nada. Es que el balón no diferencia entre ricos o pobres.

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