Se imaginan que el líder de la LIGA BBVA o la Premier no tuviera luz artificial en su propio estadio, sería algo grotesco en la sociedad moderna que vivimos, pero la realidad siempre supera a la ficción.
Así lo demuestra el caso de la Conquense el equipo líder del grupo II de Segunda división B que lleva peleando desde 2011 por disponer de focos en La Fuensanta. Las divergencias económicas entre la empresa que construyó el nuevo estadio municipal y las instituciones locales pasan factura al equipo que entrena Jordi Fabregat.
La semana pasada, el Conquense disputaba un amistoso en su feudo contra el Levante de Joaquín Caparros, ex-jugador y ex-entrenador del conjunto de Cuenca. Para una ciudad donde no es habitual ver a futbolistas de primer nivel (El techo del equipo local es la 2ªB), fue todo un acontecimiento que, sin embargo, quedó deslucido por la hora a la que se tuvo que disputar (18.00 horas). La falta de luz artificial obligó a la directiva presidida por Jesús Fernández a fijar ese horario sabiendo que no acudirían tantos aficionados como se pretendía (La entrada final apenas rebaso el millar de aficionados), siendo una pérdida económica de gran importancia y que podía ser clave para ajustar el presupuesto previsto de 350000 €.
Jugadores del Conquense y Levante exigiendo luz artificial
El conjunto manchego no puede jugar sin sol porque en La Fuensanta no hay luz artificial. «Ya llevamos dos temporadas sin poder disputar los partidos de Liga los domingos por la tarde, como siempre ha sido costumbre en Cuenca», ha declarado Jesús Fernández a diversos medios. El presidente destaca la solidaridad que demostró tanto la plantilla levantinista en el amistoso al posar junto a los jugadores locales con una pancarta en la que se reclamaba una solución como el míster Joaquín Caparrós que lamentó la situación asegurando que "el club a retrocedido 30 años atrás por no disponer de luz artificial".
Un problema que viene de lejos. Hace un año y medio que se firmó un acuerdo de mínimos para finalizar las obras de La Fuensanta y no hay avances. El estadio sigue sin luz artificial, con los prejuicios que conlleva para el equipo local. Las instituciones implicadas en la remodelación (Diputación y Ayuntamiento en manos del PP y PSOE respectivamente) siguen sin ponerse de acuerdo en quién debe pagar el dinero que aún se adeuda a la empresa que realizó las obras. Mientras tanto, el líder de la liga seguirá jugando a oscuras.
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